Juro por mi mismo
(Gn 22: 16)

martes, 22 de noviembre de 2011

EL SACRIFICIO HUMANO EN LA TRADICIÓN JUDEO-CRISTIANA: 2ª parte

Si la fe histórica de Israel no está fundada en la
historia, será errónea, y por tanto, también lo será nuestra fe
(Padre Roland de Vaux, monje dominico, arqueólogo
 y biblista, The Early History of Israel)


Abraham e Isaac
En la 1ª parte hicimos un breve repaso a la historia de Israel y Judá, introdujimos el término ungido משיחו mesías (en griego χριστός Kjristós, cristo en latín), y vimos cómo el Pueblo Elegido compartía la misma afición por los sacrificios humanos que cualquier otra nación de la época. Pudimos ver que pese a todos los esfuerzos de los humildes creyentes, que durante siglos se han esforzado en imponernos la idea de que su religión fue revelada por dios mismo, las propias Escrituras dan fe de su relación con las culturas que le fueron coetáneas. No es necesario recurrir a fuentes extrabíblicas para demostrar este hecho, pero en todo caso la Historia y la arqueología lo han confirmado largamente.

A partir de ahora comenzaremos a analizar poco a poco la significación del sacrificio en la Biblia; esto nos servirá como excusa para explicar el origen de la religión judía y entender su evolución, hasta llegar al cristianismo. Las Escrituras sitúan el origen del culto a Yahvhé en la figura de Abram, con quien el dios establece un pacto concreto en cuya confirmación el sacrificio humano supone la firma definitiva, así que en este post vamos a analizar la historia de este personaje y las características de su relación con Yahvhé.